Tras varios años como responsable de la elaboración de los vinos de Amalaya –caracterizados por una excelente relación calidad-precio-, a mediados de 2016 Francisco "Paco" Puga protagonizó uno de los pases del año cuando se incorporó a El Porvenir de Cafayate, uno de los establecimientos más prestigiosos del NOA.
Además, Puga forma parte de un proyecto paralelo: Mugrón. Se trata de una iniciativa muy pequeña en cuanto a volúmenes pero muy relevante porque son cinco enólogos que, cada año, buscan las mejores uvas para elaborar un blend tinto de alto vuelo, en el que cada uno de ellos aporta su propio sello.
Ahora, Puga vuelve a ser noticia, dado que está presentando en sociedad Tordos, su nuevo proyecto paralelo. La diferencia con su trabajo en la bodega y con su experiencia en Mugrón es que éste es definitivamente mucho más personal.
Con la filosofía de alumbrar partidas limitadas (en esta primera vendimia, Puga elaboró menos de 10.000 botellas), el portfolio está conformado por un Malbec, un Cabernet Sauvignon, un red blend y dos espumosos (un sorprendente Tocai-Malbec y un Chardonnay-Chenin).
“El nombre Tordos surge del pájaro que no construye su nido, sino que usa el de los demás. Como nosotros no tenemos bodega propia, trabajamos en la de los amigos y seríamos una suerte de tordos”, explicó Puga, en diálogo con Vinos & Bodegas iProfesional.
“La idea original del poyecto es de Máximo Lichtschein, apasionado del vino y encargado de la comercialización, quien acopló a Diego Goico, productor de uvas en Los Cardones, en Tolombón, y a mí como elaborador de los vinos”, detalló Puga.
Cuando se le preguntó acerca de qué le permite mostrar como enólogo este nuevo proyecto y la diferencia de trabajar en una gran bodega o interactuando con otros colegas, Puga sostuvo que “Tordos me permite explorar un poco más allá de lo que ya hice, puedo inventar libremente lo que se me ocurra”.
“Estos primeros vinos, de hecho, son la punta del ovillo de todas las ideas que tenemos por desarrollar, enfocadas en nuevos terroir, nuevas variedades y nuevos estilos de vinos”, agregó.
A partir de uvas de fincas de Tolombón, Cafayate, el enólogo destacó que apuntó a alumbrar vinos frescos, complejo y elegantes.
“Estoy aprendiendo a domar los taninos de Cafayate. Estoy empezando a cosechar un poco más anticipado para preservar la frescura, obteniendo aromas más complejos y no tan maduros”, recalcó.
En el caso de Tordos Malbec 2016 ($200), es imposible no encontrar un Malbec que grita Cafayate. Tiene esa paleta característica, en la que está impresa con mucha firmeza la fruta roja y negra intensa. También surgen notas de pimienta negra y, en una segunda capa, aparecen notas de especias dulces, de esas que reconfortan a quienes busquen esos dejos a nuez moscada y canela. En boca es un vino con excelente graso, con buena estructura pero no hay rastros de hiperconcentración ni de sobremadurez. Los taninos van redondeándose y, si bien están todavía presentes, no ofrecen gran resistencia.
Vale destacar que este vino tiene un enorme mérito: es un vino joven, cosecha 2016, y si bien el tiempo a veces es una variable relativa, este Malbec tiene aires de solemnidad. Lo interesante es que la frescura, sin ser mordiente, juega un buen contrapunte y le imprime cierto brío y agilidad.
Además de apostar por una variedad clásica como el Malbec, en Tordos también hay mucho espacio para jugar: presentaron un espumoso Brut Nature Tocai-Malbec ($250), el único en su tipo, al menos que hoy esté a la venta formalmente.
“El Tocai surgió de unos viñedo de los hermanos Domingo que tienen en Tolombón y los venía siguiendo hace años hasta que ahora lo pudimos elaborar. ¡Le tenía muchas ganas! Y el Malbec es uno que estaba elaborando Rafael Domingo para él pero le tomé prestado un poquito”, confesó entre risas Puga.
Este Charmat, que registra un paso de 90 días sobre lías, es realmente curioso desde lo aromático, con un paso definitivamente ágil, de excelente frescura y que deja una sensación armoniosa en boca.
Además, el enólogo anticipó que en mayo habrá más novedades: lanzarán una línea de vinos elaborados a partir de viñedos de diferentes terroirs y que fueron microvinificados en barricas nuevas de primer uso. Se trata de un Malbec, un Tannat, un Petit Verdot y un Caberent Franc, que prometen un poco más de complejidad y estructura, según Puga.
Quien esté interesado en conseguir estos vinos podrá encontrarlos en Ombú de la Esperanza (Acassuso), MrWines (CABA), El Palacio del Vino (Bahía Blanca), Copados (Rosario), Más Vinos (Santa Fe), La botellería (Río Cuarto), Finca Las Antípodas (Junín), La cautiva de Tacuil (Salta), entre otras vinotecas.