Categoría: Aprendiendo sobre vinos
Desde el año 2011, todos los 17 de Abril se celebra el Día Nacional del Malbec, considerado una de las cepas emblemáticas de Argentina
El crecimiento y evolución de la producción del varietal fue lo que impulsó a Wines of Argentina, entidad que promueve el vino argentino en el mundo, a establecer un día en el año para celebrar el Malbec y junto con él, también al éxito de la industria vitivinícola local.
¿Por qué los 17 de abril?
Celebrado por primera vez en abril del 2011, el Malbec World Day logró posicionarse como un acontecimiento histórico en la promoción del Vino Argentino a nivel mundial, formando parte del calendario internacional y, a su vez, alcanzando fuerte protagonismo en el mercado local. En la última edición, más de 100 eventos tuvieron lugar en 86 ciudades de 50 países.
La elección de la fecha no es casual. Un 17 de abril, pero de 1853, se presentó un proyecto para fundar una quinta y una escuela de agricultura en Mendoza, primer paso para impulsar el desarrollo vitivinícola en el país.
La iniciativa había sido del entonces presidente Domingo Faustino Sarmiento, quien se propuso transformar la producción del vino del país, que existía desde la llegada de los españoles.
Fue precisamente la llegada al país de la uva Malbec, originaria de Francia, lo que inspiró a Sarmiento. La cepa arribó de la mano del francés Michel Aimé Pouget (1821-1875), un agrónomo contratado por el entonces Sarmiento para llevar adelante la dirección de la Quinta Agronómica de Mendoza.
El proyecto presentado aquel 17 de abril fue aprobado con fuerza de Ley por la Cámara de Representantes, el 6 de septiembre del mismo año.
A fines del siglo XIX, y de la mano de los inmigrantes italianos y franceses, la vitivinicultura creció exponencialmente y con ella el Malbec, que se adaptó rápidamente a los diversos terruños de la geografía argentina hasta llegar a desarrollarse mejor que en su región de origen. De esta forma, con el tiempo y con mucho trabajo, se perfiló como uva insignia de nuestro país.
A fines del siglo XIX y de la mano de los inmigrantes italianos y franceses, la vitivinicultura creció exponencialmente y con ella el Malbec, que se adaptó rápidamente a los diversos terruños de la geografía argentina, desarrollándose, incluso, mejor que en su región de origen. De esta forma, con el tiempo y con mucho trabajo, se perfiló como uva insignia de nuestro país.
El Malbec en Argentina
Con más de 44.000 hectáreas plantadas en el territorio nacional, el Malbec representa el 38,6% de las variedades tintas y el 22,39% de la superficie total cultivada en el país, convirtiéndose en la variedad más extendida desde el año 2011 y la más ha aumentado su superficie en los últimos 19 años. De 16.347 has. en el año 2000 la superficie de Malbec registró un incremento del 171%, el equivalente a 28.040 has.
En dicha distribución, Mendoza lidera la producción local de Malbec con 37.754,1 hectáreas cultivadas (85,06% del total de viñedos). En segundo lugar, se encuentra San Juan con 2.792,7 has. de plantaciones (6,29%) y, posteriormente, Salta con 1.398,70 has. (3,15%), La Rioja, Neuquén, Río Negro y Catamarca.
Según Caucasia Wine Thinking, en 2019 se exportaron más de 79 millones de litros del Malbec al mundo, siendo por lejos el varietal más exportado de Argentina. Esto equivale a una suma total superior a los USD 327 millones. Así, Estados Unidos mantuvo su posición como principal destino de la variedad (USD FOB 117.437.067), seguido por el Reino Unido (USD FOB 52.836.640), Canadá (USD FOB 25.923.495) y Brasil (USD FOB 22.414.509).
El origen del Malbec
El Malbec tiene su origen en el sudoeste de Francia. Allí se cultivaba esta cepa con la que se elaboraban vinos denominados “de Cahors” por el nombre de la región, reconocidos desde los tiempos del Imperio Romano. Estos vinos se consolidaron en la Edad Media y terminaron de fortalecerse en la modernidad.
La conquista del mercado inglés fue un paso decisivo en la valoración de esta variedad en Inglaterra y en el mundo. Sin embargo, en el siglo XIX la fama del vino Cahors comenzó a declinar. La plaga de filoxera que azotó Francia a partir de 1877 hizo desaparecer las 40.000 hectáreas cultivadas en Francia, según consigna el historiador Pablo Lacoste.
Pero para entonces, la uva, libre de filoxera, ya había llegado a América del Sur, donde encontraría el terroir ideal para desarrollarse en todo su esplendor.
El Malbec Argentino refleja parte de nuestra cultura ... y vos ... a estas alturas ...
ya estás descorchando uno? Salud!